Orbitopatía tiroidea

La orbitopatía tiroidea es una enfermedad autoinmune que afecta los tejidos alrededor de los ojos como párpados, grasa y músculos que se encargan del movimiento ocular. Esta patología puede producir aumento del volumen de los músculos extraoculares y la grasa orbitaria, ocasionando proptosis o exoftalmos. Debe ser tratada de forma conjunta por el endocrino y el oftalmólogo.
La orbitopatía tiroidea es una enfermedad autoinmune que afecta los tejidos alrededor de los ojos como párpados, grasa y músculos que se encargan del movimiento ocular. Esta patología puede producir aumento del volumen de los músculos extraoculares y la grasa orbitaria, ocasionando proptosis o exoftalmos. Debe ser tratada de forma conjunta por el endocrino y el oftalmólogo.
La orbitopatía tiroidea está relacionada con la enfermedad tiroidea y su actividad. La mayoría de las ocasiones aparece asociada al hipertiroidismo, pero puede ocurrir el hipotiroidismo e inclusive, en personas que no padecen enfermedad tiroidea.

El tabaquismo es un factor de riesgo que se ha relacionado negativamente con su evolución.
Inicialmente el paciente puede percibir sensación de sequedad y enrojecimiento en los ojos, exoftamos u “ojos saltones”, visión doble en determinadas posiciones de la mirada (diplopia) o cambios del aspecto habitual de los párpados, ya sea hinchazón o mayor apertura de los ojos (retracción de los párpados).

La afectación generalmente es en ambos ojos, sin embargo, puede afectar a uno solo o ser muy asimétrica.
Aunque no existen varios tipos de orbitopatía tiroidea, sí hay diversas manifestaciones de los síntomas, dependiendo de la evolución de la enfermedad, pudiendo causar:

– Exoftalmos o proptosis: ojos saltones.

– Estrabismo: ojos desviados y visión doble.

– Retracción palpebral: apertura palpebral mayor de lo normal.

Todo esto suele causar:

– Irritación ocular.

– Lagrimeo.

– Sensación de arenilla o cuerpo extraño.

– Visión doble.

– Perdida de visión.
La mayoría de las ocasiones aparece asociada al hipertiroidismo, el hipotiroidismo e inclusive, en personas que no padecen enfermedad tiroidea.

El hipertiroidismo se produce cuando el cuerpo genera unos anticuerpos que afectan a la tiroides para que ésta tenga más actividad de lo normal. Estos pueden influir en los tejidos blandos de la órbita, la región periorbitaria y los músculos que mueven los ojos, generando su inflamación.
El tratamiento se realiza según la gravedad de la enfermedad y los síntomas. En las etapas iniciales se realizan tratamientos para evitar problemas en la superficie ocular y procurar frenar su evolución, para esto es indispensable dejar de fumar.

En casos moderados o graves se puede recurrir a tratamientos anti-inflamatorios sistémicos e incluso se puede llegar a requerir cirugía. La descompresión orbitaria, que consiste en abrir espacio en los huesos de la órbita para que los tejidos inflamados tengan más espacio, puede realizarse en casos urgentes por riesgo de pérdida de visión por compresión del nervio óptico.

Cuando la enfermedad, que tiene un curso autolimitado, ha pasado su período de actividad, se recurre a la cirugía reparadora, ya que en muchos casos las consecuencias estéticas pueden ser importantes. Puede realizarse una descompresión orbitaria, que consiste en la eliminación de parte de los huesos de la órbita que rodean al globo ocular para permitir que el tejido que ha aumentado de tamaño se relaje hacia los senos paranasales, consiguiendo que el globo ocular se desplace de nuevo hacia atrás, corrigiendo el exoftalmos. También pueden corregirse el estrabismo y las alteraciones de los párpados, como la retracción o la protrusión de bolsas grasas, siguiendo siempre este orden según la necesidad de cada paciente.

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